Puedo notar como el frío se cuela en el interior de mi habitación por las rendijas de mi ventana. Lo hace sin precio aviso, y de una forma aterradora que crea escalofríos en el interior de mi cuerpo. A fuera, oigo la lluvia caer con fuerza inundándolo todo. Ha sido un año seco, pero por fin ha llovido. Me asomo por mi ventana y contemplo el exterior. Esta anocheciendo, pero aun puedo ver en la lejanía a mi pequeña palafrén. Qué mona es. Me doy media vuelta y observo las hojas y fotografías pegadas en mi pared. Me detengo en una. Una más grande que las demás, y la cual me la regaló alguien especial. Sonrio. Me tumbo en mi cama ahogada por cienes de cojines. Ya apenas veo. Cierro los ojos y dejo que mi mente piense por libre. En ella hay tantas cosas. Tantas cosas sin descifrar, sin hacer,... deseos sin cumplir, objetivos inalcanzables, ideas sin lógica ,... Aprieto los ojos con fuerza oprimiendo las ganas de gritar...
De golpe me incorporo en la cama. Estoy sudando. Miro la hora.
2:02 AM.
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